Volar con tus ojos cafés, escuhar tus labios piel recorrer mis miedos al ritmo del jazz y a los maullidos carmesí
Volar con tus miradas que se asoman por la ventana negra que se intriga con el sabor de su paleta helada: nuez o coco, el silencio te aturde, los sobrinos huyen al pacífico a refrescar sus sueños y a nadar sobre letras naranjas
Volar con tus signos lingüísticos hacia los ríos donde navega la barca creativa y dejar que vean los tatuajes que muestran la ferocidad de los viajes que haces en marzo cuando la presión de los pistones desiende y decides dar vuelta al timón
Volar a donde nadie recuerda tus cerrojos, tus enojos, ahora que tienes anteojos y estás rojo, rimar sin fin con la guitarra al atardecee y dar la mano a Rusia y a Ucrania, a Palestina y a Israel, al vecino y a tu corazón
Volar siempre volar con tu sonrisa que transforma y con las nubes amarillas que suavizan a Morgan, volar con las niñas morenas que tanto amas y con las águilas amigas del inframundo
Volar
Rolar
Amar
Volar
Caer
Comer
Roer
Volar
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